Crónica: XVIII Carrera Popular Ruta de la Miel

Podio General Masculino

Datos oficiales:
Distancia: 16.500 metros
Tiempo: 56:47
Ritmo: 3'26" min/km

Posiciones:
2º de 541 General
2º de 486 General Masculino
1º de 95 Senior B Masculino

Desglose de ritmo por km:
KM --- RITMO
01 ------ 3'00" min/km
02 ------ 3'16" min/km
03 ------ 3'24" min/km
04 ------ 3'19" min/km
05 ------ 3'19" min/km
06 ------ 3'13" min/km
07 ------ 3'25" min/km
08 ------ 3'24" min/km
09 ------ 3'21" min/km
10 ------ 3'20" min/km
11 ------ 3'21" min/km
12 ------ 3'34" min/km
13 ------ 3'35" min/km
14 ------ 3'48" min/km
15 ------ 3'24" min/km
16 ------ 4'04" min/km
500m -- 3'28" min/km

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Aunque últimamente no compito mucho, la Ruta de la Miel siempre será una de mis imprescindibles. A esta carrera le tengo un especial cariño, ya que la organiza mi club Trotasierra en la que se vuelcan al máximo y cuenta con un ambiente insuperable.

Organización:

Como viene siendo habitual, nada que objetar con respecto a la organización de este evento que cada año se supera poco a poco. Así lo corrobora que cada año se aumenten las inscripciones y éstas se agoten cada vez antes. Tan sólo cambiaría la hora de comienzo de la carrera, adelantándola al menos media hora para que la entrega de trofeos no se alargara tanto, acabando a más de las 14:30 horas. Por lo demás todo impecable.
Al estar la salida y meta ubicadas en distintas zonas, se cuenta con una línea de autobuses desde el polideportivo de Hornachuelos, lugar de meta, hasta la población vecina de Céspedes donde se da la salida. Una vez allí se hace la entrega de dorsales y se dispone de transporte guardarropas para llevar la mochila hasta meta. Hay que dar las gracias a los vecinos de ésta localidad que se vuelcan para animar y arropar a los participantes desde primera hora de la mañana. Además se cuenta con una batucada antes de la salida, por lo que se vive un ambiente bastante bueno.
Batucada en la salida

Dos metas volantes, una situada en el kilómetro 3,5 a la altura de Mesas de Guadalora para la categoría femenina, y otra en el kilómetro 8,5 a la altura de Bembézar para la categoría masculina, ambas premiadas con 40 euros. Además de premios en metálico para las tres primeras posiciones de la general tanto masculino como femenino, consistentes en 70, 50 y 30 euros, así como trofeos, miel y regalos varios de los patrocinadores para todas las categorías.
Una vez llegados a meta se dispone de servicio de avituallamiento con bebidas de los patrocinadores, duchas y masaje.
avituallamiento en meta

La meta está situada en la pista del polideportivo y se cuenta con megafonía, y tanto aquí como en las inmediaciones hay mucho público dando ánimos. Además coincide con el mercadillo de los domingos que se instala en la zona y se cuenta con castillos hinchables y varias atracciones para los jóvenes. Todo esto junto a que también se celebran carreras de categorías inferiores hace que se cree un ambiente inmejorable.
Sería imposible enumerar todo lo que traía la bolsa del corredor sin que se me olvidara algo. Camiseta técnica de la marca Brooks, bote pequeño de miel, tres piezas de fruta, agua, refresco, varios paquetes de patatas, barritas energéticas, cremas, geles, cuña de queso, carne de membrillo y un largo etcétera de productos de prueba de los distintos patrocinadores. Todo ello dentro de una bolsa de rafia de uno de los patrocinadores, puesto que en una bolsa de plástico normal sería imposible alojar tantas cosas sin que se rompiera. No creo que en ninguna carrera, de las que yo conozco seguro, den una bolsa del corredor tan completa como esta. Quien ha estado involucrado alguna vez en algún evento de estas características, sabe que ésto solo se consigue a base de mucho trabajo durante mucho tiempo.
Zona de entrega de trofeos


Carrera:

Con respecto a la carrera en sí tengo poco que contar. Este año de nuevo iba acompañado de Oli y su hijo Guille, participando él en una de las carreras de las categorías menores, así que nos desplazamos temprano hasta las instalaciones de la pista de atletismo de Hornachuelos. Ellos se quedan allí, yo hago uso del autobús para desplazarme hasta Céspedes y volver a encontrarnos luego.
Aunque ya me hacía una idea desde los días previos, es una vez en Céspedes en la salida cuando puedo charlar con mis amigos y compañeros del club Trotasierra y tener claro el nivel de la prueba y los rivales con los que me voy a encontrar. Rafa Bermúdez, compañero de club y ganador de esta carrera en las cuatro ediciones anteriores, no participaba este año. Pero sí Ángel Muñoz, segundo clasificado en las dos ediciones anteriores por delante mía y que se encuentra en un gran estado de forma. Tampoco se encuentra este año Tablas, corredor local que suele disputar la meta volante y que da mucho juego y emoción a la carrera, al menos los diez primeros kilómetros. Por supuesto están Juan Varo Aguayo, Manuel Díaz Fernández y José Ángel Pizarro, compañeros del club y en buena forma este año. Con ellos aprovecho para calentar y comentamos la jugada. Hablando con Ángel, me comenta su pretensión de intentar hacer 55 minutos para batir el récord de la prueba y presentarse al campeonato de España de Media Maratón en Granollers en febrero. Le deseo que cumpla sus objetivos, que con el trabajo, constancia y sacrificio me consta que tiene, seguro lo conseguirá.
Ahora mismo no me encuentro en mi mejor estado de forma, e incluso si lo estuviera me resultaría difícil realizar ese tiempo. Aún así mi pensamiento es aguantar todo lo posible con él.
Salida
Salida

Este año estaba un poco despistado y no me coloqué bien en la salida. Salgo algo retrasado, con bastantes corredores por delante. Ángel por su parte sale muy rápido y crea una distancia considerable ya desde los primeros metros. Cuando me percato de ello, salgo hacia el exterior del grupo de corredores para adelantar y ver si lo puedo coger, pero me resulta imposible, pues él también corre a un ritmo muy fuerte. Cuando quiero darme cuenta ha marcado una diferencia insalvable. Me siguen Juan Varo y Manuel Fernández, y prácticamente desde el principio se forman tres grupos formados por Ángel en solitario en la cabeza de carrera, seguido a unos 100 metros por Juan, Manuel y yo, y a otros cien metros un grupo perseguidor con más corredores.
Kilómetro 2 
Kilómetro 2



Sigo empujando y manteniendo un ritmo fuerte todo lo que puedo para ver si la distancia con Ángel se reduce pero no hay manera, por mucho que intento apretar, la distancia siempre se mantiene.
Cuando llegamos al primer poblado de Mesas de Guadalora en el kilómetro 3,5 noto que Manuel empieza a quedar descolgado, y sólo quedamos Juan y yo. Sigo manteniendo la distancia con Ángel y soy consciente de que va a ser imposible alcanzarlo por mis propios medios, a no ser que él afloje, pero este ritmo hace que Juan y yo nos vayamos alejando cada vez más de los perseguidores y aseguremos al menos la segunda y tercera plaza.
En el camino hacia el segundo poblado de Bembézar donde se encuentra la meta volante, Juan empieza a quedarse. Intento animarlo para que no se descuelgue y que ninguno de los dos rodemos en solitario tantos kilómetros, pues en esta carrera se hacen bastante duros sobre todo los últimos cuesta arriba, pero finalmente desiste y se descuelga.
La meta volante es para Ángel sin posibilidad de discusión ninguna. La pasa en solitario y a más de cien metros de mi. Este año no ha habido ninguna emoción aquí y lamento no haber podido contribuir a ello, pues soy consciente que para el público es un aliciente importante.
A partir de aquí me limito a correr y aguantar el ritmo todo lo posible, siendo consciente que no voy a alcanzar a Ángel y asegurando la segunda posición lo máximo posible. Aunque le llevo una buena ventaja a Juan, no me quiero relajar, pues soy consciente de que me pueden fallar las fuerzas al final debido a mi falta de costumbre al sufrimiento por falta de competiciones y me pueda llevar una sorpresa.
Siempre digo que lo que menos me gusta de esta carrera es que pasada la meta volante, me empieza a costar mucho seguir la cabeza y suelo quedar descolgado y rodando en solitario los últimos kilómetros, que además son cuesta arriba y los más duros. Por hablar este año me ha tocado rodar en solitario prácticamente toda la carrera.
Kilómetro 15, última cuesta

Durante el último transcurso de la carrera cuesta arriba, intento escuchar los ánimos del público y la diferencia de tiempo que pasa entre que me animan a mi y al que me sigue, para hacerme una idea de la distancia que le saco sin necesidad de mirar hacia atrás. Como no escucho los ánimos a Juan, soy consciente de que puedo relajarme un poco subiendo. Aún así la cuesta cada año se me hace más dura, y como le comento a la gente después, no estoy seguro si le suben el desnivel cada año o es que empiezo a estar mayor para estas cosas.
Es un alivio terminar la temida cuesta y llegar a las inmediaciones del polideportivo, donde puedo ver la distancia que le saco a Juan, que es bastante como para poder entrar en segunda posición y recrearme un poco en la meta. Recibo muchos ánimos del público y sobre todo de Oli y Guille que están esperando para verme llegar. Esto es común a todas las carreras y parece mentira pero cuando estás a punto de terminar antes de llegar a meta y sabes que ya ha pasado todo, se te olvida el sufrimiento pasado y escuchar sus ánimos hace que todo merezca la pena. Para mi este momento llega cuando la saludo y la veo sonreír.
km 16 llegando al polideportivo

Kilómetro 16 saludando a Oli

Meta

Finalmente una segunda posición que me sabe a gloria, pues mi trabajo me ha costado rodar en solitario tanto tiempo en esta carrera tan dura y a un ritmo suficiente como para mejorar la marca del año pasado. Tanto es así que la corona de laurel que me pusieron en la entrega de trofeos no me la quité en todo el día. Para ser sincero, no me esperaba encontrarme en este estado de forma, pero también hay que reconocer que la metereología en esta edición ha acompañado, pues hacía menos calor y sobre todo no hacía el aire en contra en la zona de subida que sí hubo el año pasado.
Tengo que felicitar a Ángel por su carrerón. Me alegré mucho por él cuando crucé la meta y lo vi, pues llevaba dos años rozando la victoria y, aunque este año no estaba Rafa, él ha ganado a lo grande y sin dejar ninguna duda, tirando fuerte y en solitario desde el primer momento y batiendo el récord de la prueba. Hay que tener mucha valentía y estar muy fuerte de cabeza para ganar esta carrera así. Demuestra mucha madurez para lo joven que es, la temporada acaba de empezar y seguro que va a conseguir grandes cosas este año.
Con Ángel en meta

Los tres primeros clasificados
En la entrega de trofeos como viene siendo costumbre, había más regalos y premios que los anunciados en la cartelería. Como por ejemplo una tarta para los ganadores de la meta volante, con dibujo del cartel de la prueba incluido. Y para las categorías Champán de naranja, bolsa de naranjas, estuche de cremas de membrillo, y lo que más ilusión me hizo, un libro sobre la fauna de la sierra de Hornachuelos, pues le gustaba a Guille y se lo pude regalar.

Podio de Meta Volante

Podio General Femenino

Podio General Masculino

La tarta para la Meta Volante

Podio Senior B Masculino

Después de la entrega de trofeos tocaba celebrarlo con Oli y Guille disfrutando de la gastronomía de la zona que es espectacular. Estuvimos en el restaurante del embarcadero disfrutando de una comida típica de la sierra y unas vistas inmejorables. Al igual que con el resto de la población, estuvimos en un ambiente muy cercano y familiar, con anécdota con la corona de laurel incluída. Como ya he dicho, no me quité la corona de laurel en todo el día. Por supuesto fui al restaurante con ella puesta. Todos los trabajadores son familia, y el abuelo que estaba en la puerta me miró con cara de no muy buenos amigos, ya que creyó que le había cogido las hojas de su laurel que tenía allí plantado para hacerme la corona. Me lo comentaron sus nietos y una vez que les aclaré de donde venía la corona se disculparon educadamente. Gracias a esto pudimos establecer una charla bastante amena y amigable prácticamente con toda la familia. Una gente muy cercana donde estuvimos en un ambiente bastante relajado y a donde sin duda volveremos para saludar de nuevo a los que ya consideramos casi como nuestros amigos.
El mejor podio

El mejor podio

En el embarcadero

En el embarcadero

En el embarcadero


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